Negocio – Publicidad en Google y Facebook.
Uno de los clásicos de cierto tipo de información es el artículo de números. Es uno de los contenidos que mejor funciona en información de deportes, por ejemplo, donde hablar de cantidades astronómicas de fichajes es ya casi un tema recurrente, pero también en información económica, donde las cantidades de infarto son una especie de hit habitual en lo que a cobertura informativa se refiere.
Por supuesto, los números son un elemento muy recurrente también cuando se habla de cómo han crecido y cómo han ido aumentando su presencia y su poder las empresas de nuevas tecnologías.
Y es que los números son a veces, no solo la manera de conseguir titulares muy eficientes y efectivos, que logran llamar la atención rápidamente de quien los ve, sino también la fórmula para dejar bien claros ciertos conceptos y ciertas ideas y para mostrar de forma clara varias realidades y varias cuestiones.
A veces los números explican de forma rápida algo que los analistas llevan mucho tiempo intentando hacérnoslo entender. Por ello, los números son la llave para comprender cómo Facebook y sobre todo Google se han convertido en grandes potencias en el mercado publicitario y cómo han logrado comerle el terreno a la industria de los medios tradicionales. Google y Facebook ya mueven mucho más dinero que ellos y ya consiguen cosechar cifras mucho más impresionantes que las que ellos mueven.
Las cifras son bastante impresionantes. Se espera, como recuerdan en Inc, que Google haga este año 80.800 millones de dólares en ingresos publicitarios.
De hecho, esta cifra es una parte muy importante de la industria publicitaria mundial y una cantidad tan elevada que da a una media por persona de 11,54 dólares. Google hace 11,54 dólares en ingresos por cada persona del planeta.
Si suma lo que Google hace con lo que Facebook genera al año en ingresos publicitarios, las cantidades son todavía más impresionantes. Como calculan en Inc, Google y Facebook ya hacen ahora más dinero en publicidad que lo que la suma de la prensa de papel y las radios logran.
Desglosar sus cantidades permite incluso ver todavía de forma más clara cómo está pivotando el mercado y cómo está cambiando el poder de manos.
En Axios es lo que han hecho, estimando cómo se reparten los diferentes dólares publicitarios y cómo estos tocan en lo que respecta a Facebook, Google y los gigantes tecnológicos. De entrada, cada vez más dinero y una parte más importante del mismo está en manos de los gigantes de la red.
El Big Five, Google, Facebook, Tencent, Baidu y Alibaba, las cinco compañías tecnológicas más grandes del mundo, ya se reparten dos terceras partes de todo el gasto publicitario que se produce de forma global. Por supuesto, no todos esos jugadores tienen el mismo impacto. Facebook y sobre todo Google son cada vez más poderosas.
Las dos compañías son quienes se llevan el 50% de todos los dólares publicitarios y son los que se llevan el 83% de todo nuevo dólar que se invierte en publicidad en el mundo.
Pero eso no es lo más impresionante: además de que Facebook y Google mueven ya más dinero que la prensa de papel y la radio juntas, Google sola mueve ya una cantidad similar a la que la prensa de papel de forma global consigue en un año.
El impacto de estas cifras
Estas cifras tienen un significado muy poderoso. Como apuntan en el análisis, estas compañías están impactando en cómo se consumen los anuncios y en cómo se consumen las noticias.
Esto es, a medida que van creciendo en el mercado están teniendo un impacto mucho mayor en el mismo.
Es como la pescadilla que se muerde la cola: su papel es cada vez más poderoso y a medida que lo es su impacto es todavía mayor.
Si a eso se suma, de forma paralela, que quienes se están viendo desplazados por lo que están haciendo estas compañías no están siendo capaces de comprender cómo está cambiando el mundo y cómo el impacto de estas firmas los está desplazando, se puede ver la foto completa.
La prensa de papel, por ejemplo, está tirando del peso que tiene todavía a nivel político a la hora de reaccionar ante un entorno cambiante (como están demostrando diferentes normas y leyes que están siendo aprobadas) en lugar de sentarse realmente a analizar cómo está cambiando el panorama y cómo deben actuar ante ello.